domingo, 24 de enero de 2010

MI CARTA A LOS REYES








Malditos Reyes Vagos:






Este año no me he portado ni bien ni mal.

Es tan complejo discernir entre ambos conceptos, es una valoración sujeta a tantos baremos ambiguos, que si la escala de valores inculcada, que si los prejuicios, que si el protocolo, que si el aspecto moral, que si el legal, que si las comparaciones, etc., que se hace realmente difícil establecer una conclusión precisa y que explique el proceder de un individuo a lo largo de un año. Pero en fin, esto es lo de menos.

Yo, siguiendo vuestro ladino ejemplo, no creo que deba esforzarme en absoluto para exigiros, así que hoy me dirijo a vosotrxs para dejar clarito lo que deseo me traigáis.





Quiero solo carbón.





Eso si, quiero MUCHO carbón. Y quiero que lo extraigáis con vuestras propias manos. Quiero que expongáis vuestros pulmones al polvo que carga el ambiente de las minas hasta que enganchéis una buena silicosis o una neumoconiosis en su defecto. Quiero que tembléis del pánico al contemplar la posibilidad de morir aplastadxs entre el estampido del taladro del “roof bolter” y el techo de la mina cuando se activan las palancas de control de la maquinita sin que el operador este en posición. Si hay accidente laboral, recordad: la culpa siempre es vuestra. Con casco y barreno en ristre (cuidado no os reviente en las pezuñas, que el trinitrotolueno no lo regalan), vais, perforáis y entre sudores y punzadas lumbares os hacéis con las cinco toneladas de carbón que considero que me debéis, por lo pronto. Si queréis, podéis llevaros también a vuestro hombrecillo de blanco, a vuestro paje el demente sifilítico, para que os ayude a cargar con el peso del mineral extraído.

Cuando venda este carbón, porque en realidad mi única ilusión es veros doblar el espinazo, obtendré dinero, que estará sujeto a impuestos, que podréis utilizar para descansar el resto del año, como cada año. Pero si al menos cada navidad os ensuciáis las manos y os lesionáis currando durante unas semanas, quizás se aplaque, aunque sea mínimamente, la indignación.

Eso si, no habrá cava ni para vosotros, ni para el estólido de blanco, ni para el camello de la corte, ya os lo digo desde ahora.



“En estas fechas tan señaladas”, dejad de dar la murga por la telele y poneos manos a la obra de una puta vez. Que lxs “súbditxs” tenemos deseos más profundos y prácticos que el de veros saludar como mostrencos, sandixs mostrencas “campechan=s”.
 
 
 

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