jueves, 21 de enero de 2010

A su abuela yo escupí




Como siempre, Don Pepito y Don Jose, hallabanse sumidos en su vida de parados, debatiendose sobre como malgastar el dia.


Y como siempre, acabaron delinquiendo con tanta elegancia como requiere el glamour de sus atuendos.

- ¿Que, Pepe, nos pillamos algo pa papear?

- Claro tio, aunque pasemonos antes pol bar, que me quedao sin tabaco ya.

- Cojones, si hace dos horas que pillaste el paquete...

- No me toques los güebos...

Dicho y hecho, encaminaronse al bar mas proximo, y con sigilo y naturalidad introdujeron una monedita de diez centimos en la maquina (y da gracias), y acto seguido montaron el pollo. La cosa estaba clara, la maquina se habia apoderado de la pasta sin ofrecer servicio alguno, asi que extremadamente ofendidos y con algo de violencia reclamaron al dueño el tabaco o el dinero.

Se fueron fumando dos cigarros cada uno, pero pronto se hartaron de caminar.

-Jose, busca una Renault Express va tio, que el super esta a cinco manzanas, maldita sea.

- Bueno, a ver si vemos alguna, pero vamos haciendo camino, gandul de los cojones.

Al cabo de un par de manzanas de paseo atento, dieron con la furgoneta que necesitaban. Abrieron la ventana corrediza de detras, y entraron descaradamente para poder abrir asi el capo.

Hurgaron en el motor y extrajeron la varilla del aceite.

-Bueno Jose, ya solo nos falta el FIAT.

No fue sino hasta haber caminado otras dos manzanas cuando dieron con uno de esos coches italianos, modelo relativamente antiguo. En realidad estaban ya a sola una manzana del super en cuestion, pero no iban a desistir ahora de llevarse el vehiculo con todas las molestias que se habian tomado. Asi que introdujeron la varilla del aceite en la puerta, luego en el contacto, y lo condujeron alegremente hasta la puerta del supermercado.

-Estos coches cada dia son mas incomodos, me niego a volver en esa mierda trasto hasta casa Pepe.

-Tio, notarias un guisante bajo veinte colchones. Esta bien, luego nos apañamos otro, pero antes, a por papeo, va,

Por suerte encontraron unos auriculares en la guantera del coche, que les sirvieron como proteccion extra para atravesar los chivatos delectronicos del super. Como todo el mundo sabe, si al atravesarlos con auriculares, estos emiten un desagradable chirrido, es que las maquinitas estan encendidas, de lo contrario, estan solo de adorno para disuadir. ¡Aunque a Don Pepito y Don Jose no les disuade ni la puta perra!

Estaban encendidas, pero en fin, ni se molestaron en armar jaleo uno mientras el otro huia con los bolsillos llenos. Se habian traido su bolsita con aluminio, bolsita que impedia el campo electromagnetico de los chivatos electronicos, y a la que tanto aprecio tenian.

Se llevaron unas navajas chilenas y un queso de bola, y amenizaron el trayecto trincandose una botella de vino que quedo abandonada por algun estante y sacando las monedas de los carros a la deriva con su clasico cutter y su legendaria pericia.

-Sinceramente tronco, no se pa que ostias nos molestamos en vernderle el spiz ese mal cortao a lxs tontxs de las raves...

Salieron del puto antro (pagando una litrona por pura cortesia), silbando melodias populares de ayer y hoy bajo la atenta mirada del perro con porra de turno, que como siempre, se tuvo que joder.

Condujeron entre el trafico, hasta que dieron con un coche del gusto de ambos, uno de gama alta donde comer y echar la siesta en condiciones.

Le siguieron pacientemente, y en cuanto se vieron un poco a solas... le dieron el golpecito tonto. Ya se sabe como son los ricos, bajo inmediatamente hecho una furia para comprobar hasta que punto era tragica la macula en la pintura y hacer los correspondientes papeles, pero no pudo siquiera articular palabra, porque Pepe ya estaba pateandole la mandibula sin piedad y Jose ajustandose el lujoso cinturon.

Se llevaron el coche al campo un rato, comieron, bebieron, durmieron, y volvieron a la ciudad. En realidad habia casi anochecido, porque cuando Don Pepito y Don Jose duermen, duermen de verdad.

Volvieron a la letrina de asfalto y pasaron el rato jodiendo a la gente. Que si cantandole cumpleaños feliz Pepe a cualquier desconocido mientras Jose le sisaba la cartera, que si cagando entre los edificios, que si silbando persistentemente a 30 cm. de las parejitas solo por incomodar, el tipo de cosas que entretiene a cualquiera con sensibilidad y gusto exquisito.

Habian echado el dia, asi que se fueron a un pub, pidieron a cuenta de uno de los alli presentes al que convencieron con su persuasion y extroversion habituales, y ahora si, con la mecha ya encendida, se fueron a SU bar.

Donde habia uno de los pocos taberneros tan cabronazo como para ser respetado e, INCLUSO, remunerado por sus servicios.

Una noche mas, Don Pepito y Don jose mezclaron licores en sus estomagos hasta perder el conocimiento, y un dia mas, se despertaron hambrientos y sin tabaco. Hoy practicarian algun timo con lxs guiris, hacia buen tiempo pese a todo.

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